Un día, mi amigo Akira estaba caminando por las bellas calles de Kioto, una famosa ciudad japonesa conocida por sus numerosos templos y palacios imperiales, que alguna vez fue la capital de Japón.
El arte y las tradiciones formales de Kioto invitaban a Akira a estar en un modo contemplativo. ¡Realmente estaba presente! De pronto, escuchó una bella melodía que provenía de la casa de la esquina. No había duda que era un violín.
Se acercó y vio el gran instrumento; y pasando por desapercibido al músico que lo entonaba dijo: “Si yo tuviera ese violín, tocaría las canciones más bonitas del mundo”.
El músico le sonrió a Akira y le dijo: “Hola soy Shinichi, mucho gusto”. Y con una gran reverencia lo invitó a pasar.
-“Señor Shinichi, ¿dónde adquirió ese prestigioso violín?”
-“Este violín, no es más que un regalo que me hizo mi madre cuando yo era pequeño. No está hecho de un material especial, ni tampoco es de una marca reconocida. Pero le guardo mucho cariño, pues me recuerda tiempos maravillosos, ambientes de felicidad y convivencia familiar”.
-“Entonces, si es un violín común y corriente, ¿por qué suena tan bello?”
-“Querido amigo, humildemente te digo, no es el violín soy yo… El músico que toca el violín”. Shinichi aún no terminaba de hablar, cuando el reloj sonó indicando las doce del día.
-“Venga señor Akira, le mostraré a mis alumnos”. Caminaron a la siguiente habitación, abrieron la puerta y ya estaban esperando veinte niños y niñas, de todas las razas y nacionalidades, todos sonrientes y portando cada uno su violín.
Shinichi les dio una señal y comentó: “Escuche esto señor Akira”. Y Akira inmediatamente pensó que estaba en el cielo… Era la misma melodía que estaba tocando Shinichi, ¡ahora desde los violines de los niños!
-“Señor Shinichi, me doy cuenta de que su violín no es un instrumento mágico, la magia está en usted y en sus niños. ¿Cuál es su secreto?”
-“Mi secreto es reconocer que no importa dónde nacemos, todos tenemos la capacidad de aprender nuestra lengua nativa gracias al estímulo del ambiente. Hablar la lengua materna no es un talento innato, de la misma manera, tocar un instrumento es una habilidad musical que se puede entrenar. Los mismos principios básicos de la adquisición del lenguaje, se usan para el aprendizaje de la música”.
-“¡Claro señor Shinichi, entiendo muy bien! Pero, no voy a negarle que me entristece un poco darme cuenta que ya no tengo la misma edad que sus niños para empezar a establecer mis patrones de estudio, así como ellos.”
-“Akira, aunque empezar a una edad temprana es muy importante, recuerda que todos nacemos sin talento y el talento es algo que puede ser educado; ayúdate estableciendo un ambiente agradable, dando pequeños pasos, tomándole gusto a la repetición y a la práctica, sin olvidar que tu conocimiento será acumulativo. Así como aprendiste a hablar tu lengua materna, aprenderás a tocar el violín. ¡Enamórate del proceso!”.
-“¡Fue un honor haberlo conocido señor Shinichi! Valoro en verdad el tiempo que dedicó a expandir mi contexto, estoy muy agradecido… A todo esto, ¿cuál es su nombre completo?
-“Soy Shinichi Suzuki. Fundador del método Suzuki de música”.
Estimado lector, invertir es un lenguaje que se puede entrenar. El poder no está en el instrumento de inversión, sino en el inversionista. No existe el instrumento mágico; ese que genera riqueza por sí mismo. ¡El poder lo tienes tú!
¡SimpleMente entrena!
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Sergio Cazadero (martes, 12 mayo 2020 17:16)
Gracias por compartir este mensaje. Fuimos Familia Suzuki por más de 10 años y pudimos constatar las grandes bondades de este método.
Excelente analogía para la toma de decisiones en el momento de invertir.
Saludos.
SC
Héctor (martes, 12 mayo 2020 18:51)
¡Gran forma de motivarnos a aprender a invertir!
Leonardo (miércoles, 13 mayo 2020 18:32)
Increíble la forma de proyectar lo que somos capaces de aprender. Pienso que además de funcionar para instrumentos financieros, puede funcionar para aprender un idioma o cualquier otra habilidad.
Muchas gracias por compartir. Un abrazo!
Orlando (viernes, 15 mayo 2020 01:01)
Excelente anécdota Tocayo!!!!!! Muy lindo el texto y la reflexión.
abrazo
Martha Leticia Garcìa Abraham (lunes, 18 mayo 2020 16:14)
Que padre enseñanza!!!!
La magia está en nosotros mismos. Y Las ganas que tengamos de aprender nuevo sin importar la edad, hay que desarrollar siempre nuevos talentos y en el camino enamorarnos del proceso. Padrisimo!!!!
MAYIQUE GARCIA (jueves, 05 noviembre 2020 14:21)
Que importante entender que la MAGIA ESTA EN MÍ. Los resultados tienen que ver con la acción y la práctica. No olvidar este gran principio, ya que se puede expandir a todos los contextos. Muy buena analogía entre los instrumentos musicales (violín) y los instrumentos de inversión. Gracias por recordar que no importa la edad que tengamos, porque mientras haya vida hay terreno para construir.