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Cinco pasos para lograr que el dinero trabaje para ti.

Muchos de nosotros tenemos el deseo de retirarnos para dedicarnos a lo que más nos gusta, de “vivir de nuestras rentas” y de no depender de nada ni de nadie financieramente. Reconocemos que el dinero no es algo importante, pero si nosotros lo permitimos, puede afectar a las cosas que sí lo son. Justamente, esta mini guía está dedicada a todos los que añoramos que el dinero trabaje cada vez más fuerte por nosotros y no nosotros por dinero. 

Los cinco pasos son los siguientes:


1) Decide convertirte en inversionista.

 

Esta decisión la queremos hacer a diario. Buscamos renovar constantemente nuestro “por qué”. La sola idea de tener mucho dinero no es lo suficientemente fuerte como para que nuestra misión perdure en el tiempo.

 

¿Qué nos mueve a lograr

la independencia económica?

 

Implica dominar un nuevo lenguaje, conocer la raíz de las palabras que usan los inversionistas sofisticados, reconocer nuestros patrones de comportamiento, círculos de amistad y paradigmas financieros, con la finalidad de usarlos en apoyo a nuestra meta.

 

Especialmente nos referimos a ser estudiantes profesionales, a tomar la elección de actuar de manera responsable para adquirir nuestra propia educación financiera. A darle un sentido de urgencia a la búsqueda de los mejores medios y mentores a toda costa. 

 



2) Conoce las generalidades de los cuatro tipos de activos.

 

 ¿Tengo claro qué es el dinero?

 

¿De dónde viene? ¿Cómo funciona? ¿Quién lo inventó?

¿Me doy cuenta que la economía es un juego?

¿Conozco cuáles son las reglas de este juego?

¿Este juego me divierte o me atormenta?

¿Reconozco que independientemente de mi profesión u oficio,

de mi sexo, de mi religión, de mi condición social, de si me gusta o no…

No tengo opción de no jugarlo?

 

En respuesta a las anteriores preguntas y a muchas otras más, es que queremos descubrir el mundo de los commodities, activos en papel, inmuebles y negocios. Es decir, de los cuatro tipos de activos. 

 



3) Domina el activo que más te gusta y que se adapta mejor a tu personalidad.

 

En este punto es donde reconocemos que queremos profundizar en la adquisición de educación y experiencia financiera. Queremos simular los escenarios reales o incluso practicar a escala pequeña, no por eso, dejando de pensar en grande.

 

No todos los activos son para todos. Sin embargo, cualquiera de los cuatro puede adecuarse a nuestras necesidades personales. Elegir sólo uno de los cuatro nos ayuda a enfocarnos sin olvidarnos de que esta nueva actividad se unirá a las muchas otras que tenemos en nuestro día a día. Nuestras finanzas son un área muy importante de nuestra dinámica de vida, al igual que otras áreas como la familiar, o la social, o la espiritual.

 



4) Toma acción, comete errores y aprende de ellos.

 

 

La forma natural de aprender es haciendo las cosas, equivocándonos y corrigiendo. Cuando aprendimos a andar en bicicleta, lo hicimos después de llevarnos unos cuantos sustos. No lo hicimos leyendo un libro de instrucciones.

 

El mismo camino se sigue en el mundo del emprendimiento y de las inversiones. Puede que sea doloroso, pero como dice un viejo dicho que se usa en los gimnasios:

 

“Sin dolor, no hay ganancia”.

 

En este paso reconocemos más que nunca la importancia de tener un “por qué” lo suficientemente fuerte como para no echarse para atrás con los primeros rasguños. El único que no se equivoca es el que no se atreve.

 



5) No pares hasta que consigas el éxito.

 

La libertad financiera es una carrera, más no son carreritas. No hay prisa. No vas contra nadie. Date la oportunidad de materializar tus sueños, de generar tus propios logros financieros. El hecho de que descubras que invertir es simple, no quiere decir que sea fácil.

 

También recordemos que ser libre financieramente no es sinónimo de ser millonario. El factor principal está regido por el nivel de vida que actualmente tienes. La forma en la que puedes medir tu éxito financiero es haciéndote la siguiente pregunta:

 

“Si dejo de trabajar físicamente…

¿Cuántos meses puedo mantener o

aumentar mi estilo de vida?”

 

Por lo tanto, desde nuestro punto de vista, la riqueza se mide en TIEMPO, no en dinero.

 



Espero que hayas disfrutado tanto como yo este artículo y te recuerdo que en Simplemente Invierte contamos con espacios de aprendizaje virtuales y presenciales donde profundizamos estos cinco pasos. Quédate al pendiente de nuestras redes sociales para que conozcas los testimonios de las muchas personas que ya se han puesto en acción para ampliar su contexto financiero.

 

 

¡Te mando un saludo muy afectuoso!


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Comentarios: 2
  • #1

    Lorena (martes, 30 octubre 2018 11:57)

    Si... Hay que tomar la decisión de vivir mejor y aprender a invertir.
    Aprendamos a ser libres financieramente

  • #2

    Iliana E (viernes, 02 noviembre 2018 19:17)

    Hola! Muchas gracias por los artículos, muy buenos. Me podrías hablar más de los commodities??
    Gracias!