Un inversionista sofisticado invierte en negocios que no dependen de un sólo dueño que suele ser el hombre o la mujer orquesta, es decir, que hace de todo dentro de su negocio.
La persona orquesta normalmente es el más inteligente, si es que tiene un equipo de trabajo; y su dicho favorito es:
“Nadie lo hace mejor que yo”.
Lo que no comprenden es que justamente ellos son el cuello de botella de su propio negocio; si se enferman, su negocio sufre pérdidas; si se van de viaje, sus clientes piensan que cerró; si se mueren, todo muere con ellos.
Ellos no poseen un negocio, más bien, el negocio los posee a ellos.
¡Ellos son el negocio!
Por eso los inversionistas sofisticados
no invierten con ellos.
Me fascina que exista la inquietud de que cada vez más personas estén pensando en dedicarse a los negocios.
- Primero, porque nos hacen falta fuentes de empleos.
- Segundo, porque los países progresan gracias a los emprendedores.
- Y tercero, porque si tú tienes la experiencia de manejar un negocio, podrás tomar mejores decisiones a la hora de elegir invertir en ellos.
El libro que te recomiendo es:
“El mito del emprendedor”
y su autor es Michael E. Gerber.
En él encontrarás los detalles para hacer que tu empresa funcione, y para que desde un inicio construyas valor no sólo con un buen producto o servicio, sino con una estrategia y estructura bien definida. En otras palabras, planteándote que el negocio no te posea a ti, sino que tú poseas al negocio (sólo de esta manera, tu negocio podrá crecer y beneficiar a cada vez más gente).
No sale sobrando repetir lo que en muchas ocasiones he dicho:
“Los libros sirven para conocer
algunas tablas, pero la verdadera escuela
está en la actividad real”.
En los libros no aprenderemos cómo reaccionar si quebramos, cómo controlar el enojo si las cosas no salen según lo planeado, o lo más importante, cómo levantarnos después de las caídas.
Por el contrario, poner en acto a nuestra inteligencia emocional cuando esto sucede es lo que nos incita a
“no tirar la toalla”.
Recuerdo una escena de una película de “Indiana Jones” en donde el personaje principal interpretado por Harrison Ford se encuentra frente a frente, en medio de una persecución, con uno de sus alumnos dentro de una biblioteca, su estudiante le hizo una pregunta, y para entender mejor el contexto, ellos estaban rodeados de libros. La respuesta del Doctor Jones fue algo más o menos así:
“Dedica más tiempo al trabajo de campo
que a la lectura de los libros”.
Pienso que ese consejo aplica también a todos los que queremos desarrollarnos como emprendedores o empresarios.
Te invito a tomar acción.
No te quedes en la teoría.
El mundo del emprendimiento está
lleno de sorpresas al final del camino,
tu inteligencia emocional es la que
te va a llevar allá, a pesar de los baches
que llegues a encontrar.
¡Felicidades!
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